Malala estaba en su cuarto cuando entró Fiona, otra distinta a la que ella conocía, y dijo que quería hacerle una foto. A Malala le extrañó que alguien quisiera hacerle una foto con esa cara tan destrozada. Cuando Fiona se fue le pusieron un reproductor de DVD y algunas películas. Pidió que le encendieran la tele pero como no veía bien pronto pidió que la apagaran. Como veía doble, le taparon el ojo malo con un algodón y empezó a ver mejor. Vio la película de Shreck y pidió seguidamente ver la segunda parte.
Malala notó un bulto duro bajo la piel del estómago y preguntó qué era. Le explicaron que era un trozo de cráneo que habían quitado para poder operar el cerebro, y así conseguían mantenerlo en buen estado.
Daniel Dinkov
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