lunes, 2 de febrero de 2015

LAS PIRAMIDES DE GIZEH EN EGIPTO

¡Hola chicos! Hoy el Mago Lector se ha ido a Egipto. Me desperté y estaba en pleno desierto. Yo no sabía hacia dónde ir. Empecé a caminar recto y delante de mí había unas pirámides enormes. Vi  a un hombre y le pregunté: ¿Señor qué hace? El me dijo: estoy observando las pirámides de Gizeh. Yo vi una puerta y fui hacia ella. El hombre me gritó: ¡No entres, morirás! Yo entré, se cerró la puerta y no se veía nada. De repente, las velas se encendieron y en las paredes había unas flechas. Empecé a seguir las flechas y de repente, por detrás de mí, las paredes se cerraban. Yo me puse a correr hasta que llegué a una sala y había una tumba de un faraón. Fui hacia la tumba y la abrí, pero no había nada, sólo unas vendas. Pensé: igual el faraón se ha escapado, de repente, las paredes se abrieron y por detrás de mí, ¡estaba una momia! Me puse a correr y vi la salida. Cuando salí, la puerta se cerró y el faraón no logró escapar. El hombre me dijo: ¿cómo ha podido escapar? Yo le dije: lo único que hace falta para entrar, es que tienes que correr mucho. El hombre se despidió de mí. Así acabó el día en  las Pirámides de Gizeh. Para mí este viaje fue inolvidable. ¡ Me lo pasé genial! ¿Cuál será el próximo paradero del Mago Lector? En la próxima historia lo sabrán.
                                                             
                                                                                                                                Alex 5º



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