viernes, 28 de marzo de 2014

LA SEÑORA ESPINACA


Me plantaron un frío invierno gris unos buenos amigos míos, inteligentes y amables, que con sus manos me dieron la vida.
Y son esas mismas manos las que me van a comer y me van a robar la vida esta vez.
Yo, la espinaca, vi la luz por primera vez: LA LUZ DEL CRA ORBA.
Fue maravilloso crecer en este huerto del CRA ORBA de Muel, ver pasar los días y llegar el amanecer .Un buen día, pensaba que me iba a morir de sed. El suelo estaba seco, agrietado, parecía que estaba en los MonegrosTT. Pero unos niños vinieron a rescatarme: eran los patrulleros del Cole de Muel. Gracias a ellos he podido crecer sana.















No pude ni llegar a vieja porque ya me vinieron a recoger.



















Los niños de primero y segundo me dejaron bien limpita.












Los de tercero y cuarto prepararon el bocadillo para poderme
abrigar del frío y los de quinto me preparan el fuego para estarme calentita.

Los de sexto me echaron los ajos. Después, me envolvieron de huevo.















Y aquí estoy ahora, esperando mi fin, dentro de un bocata con ajo 
y perejil.




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