Erase una vez un mago que un día descubrió que en su armario había un portal mágico. Un día el mago decidió entrar en el portal. El portal le llevó a la calzada de los gigantes. Cuando se despertó se le apareció una hada de piedra y le dijo que si quería regresar a su casa tenía que descubrir la piedra mágica. Pero el mago no sabía como encontrar la piedra mágica y le preguntó:
-¿Como puedo encontrar la piedra mágica?
El hada le contestó:
-Si has llegado hasta este lugar es porque eres un mago, así que tendrás que usar tu magia para poder regresar a tu casa.
El mago le contestó:
-Pero es que ya sé que soy un mago, pero no se usar mis poderes.
El hada le dijo:
-Es muy fácil, toma, te doy este colgante para que tengas poderes para regresar a tu casa. Sólo tienes que ponértelo y decir ¿Cuál es la piedra mágica? y te aparecerá la piedra.
El mago se lo puso y se le apareció la piedra.
Por fin pudo regresar a su casa, pero el colgante le desapareció... así que... ¡¡¡ya no tenía poderes!!!
Isabel Simón Marco
Jaulín
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